Los antecedentes del Templo de San Salvador de Orta datan desde los primeros años del siglo XVII con la fundación de la primera ermita de este valle en la hacienda de Miguel Escorihuela.
Durante la década de 1620 la capilla de la hacienda fue utilizada para la evangelización católica de los indios negritos, huachichiles y borrados del sur de Nuevo León, por parte de los misioneros del convento de Charcas. Entre ellos, el Fray Lorenzo Cantú, superior de este convento quien bautizó a los indios huachichiles que congregaron de los cerros de Matehuala, también de este lugar salieron misiones franciscanas hacia el Río Blanco, hoy Aramberri, N.L., y San Antonio de los Llanos.
La capilla era dedicada a la Virgen de la Purísima Concepción, y durante la segunda mitad del siglo XVIII también se consagraba al Santo Cristo o Señor de Matehuala. “A devoción de Buenaventura de Medellín 1773”. Hacendado de este valle que propició el levantamiento de esta capilla. En el año de 1799 el Obispo Ruiz de Cabañas la convirtió en la primera Parroquia de Matehuala, hasta el año de 1850 cuando se edificó una nueva parroquia, por lo que el Cristo de Matehuala y los archivos que se encontraban en el Templo de San Salvador son trasladados a este lugar.
Durante la guerra de independencia en 1811 la parroquia fue ocupada por gavillas como el cabecilla insurgente Bernardo Gómez de Lara [alias Huacal], quien ultrajo la imagen de la Purísima Concepción y el Santo Cristo de Matehuala, hasta que fueron recuperados por las tropas realistas a cargo del cura José María Semper de Real de Catorce.
Cabe señalar que alrededor del templo existía un campo santo que fue demolido en 1860 para construir la actual Plaza de Armas. A finales del siglo XIX el Templo de San Salvador fue remodelado y durante el año de 1885 se inició la construcción de la torre en donde se colocó el reloj.
Investigación: René A Torres Nava
Templo de San Salvador de Orta en sus inicios